"Mentiras simples, pastillas, y un hogar que no es mi hogar."

No.

 .



Razón, siempre la razón. El escudo invisible que ahuyenta los abrazos, que se olvida del sentir.
Yo, yo soy mi razón, yo me escapo de los otros, y lloro por no pertenecer. Por dentro, en lo más profundo, donde nadie quiere entrar. Nadie quiere, ni yo. Porque lastima, ser parte de la nada (o no ser parte de algo).
- Corré, corré. Alejate. No sientas porque duele.
No sentir. Estar lejos. Ser lejana. NO.
No quiero.



Esto no es felicidad. Es ausencia.
- Al fin. No aguantamos más.


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7 comentarios:

Luz dijo...

Gracias por pasar Sr. Anónimo, ahora dígame su nombre, POR FAVOR.
No soporto la intriga jajajaaja

Rod dijo...

jajaja

Rodrigo.

Anónimo dijo...

tus sonrisas no concuerdan con un NO.

Laura Esponda dijo...

Quizás las sonrisas sean el lugar de la razón, esa máscara que en general usamos para no entrar ahí donde lastima...
Me encantó, Lucecita!

María de la Paz dijo...

"Yo, soy mi razón"
Una fortaleza, terca y dura para no dejar pasar las primaveras.
Bien, necesitaremos un par de brazos fuertes, que sepan atajar las piedras y abrazar al dolor. Ahi están, en alguna parte. Te prometo.

Unknown dijo...

Nada bello nace sin dolor. Suerte.

Hace rato que no pasaba, disculpa el cuelgue.

Saludos.

Maxi dijo...

Si uno entiende que el ser trasciende los cuerpos que existen, entonces la razón es una fría espada que corta nuestras cabezas si no seguimos la regla. Pero si el ser es inescindible de los cuerpos, la razón es el modo en que surge la regla que expresa la plenitud de nuestro mejor modo de vivir.

Una razón afectiva, abierta a los canales de los sentidos, una razón que disponga a la alegría.

Un gusto haber encontrado "Luz"!